Behind-the-Scenes-How-We-Print-Our-Gym-Ring-Straps-With-Heat-Pressure-and-a-Bit-of-Magic MARMATI

Detrás del Telón: Así imprimimos nuestras correas (con calor, presión y un poco de magia)

Las has visto – esas correas con diseños que no se andan con rodeos. Nítidas, atrevidas y listas para el combate.
Pero… ¿alguna vez te has preguntado cómo llega ese diseño allí?

Bienvenido al backstage de nuestro proceso de impresión por sublimación – donde el calor se mezcla con precisión y una simple correa de poliéster se convierte en arte funcional para atletas de cuerpo libre.

Aquí va el paso a paso de cómo lo hacemos:

1. El ritual comienza – diseño y correa en perfecta alineación

Todo arranca con dos ingredientes clave:

  • Una correa de poliéster virgen, hecha para absorber tinta como una esponja.

  • Un papel de transferencia sublimado, impreso con tu diseño (tinta especial incluida).

Los colocamos perfectamente alineados – nada de "más o menos".
Después, entran en la prensa térmica, que básicamente parece una waflera industrial de ciencia ficción.

2. Calor & Fusión – el momento mágico

Aquí es donde todo se vuelve intenso.
La prensa se cierra y sube la temperatura a unos 200 °C (sí, eso quema).

¿Y qué pasa dentro?

  • La tinta del papel se vaporiza,

  • se fusiona con las fibras del poliéster,

  • y queda integrada para siempre.

Esto no es un estampado pegado encima.
Es parte del tejido. Sin desprendimientos, sin desgaste, sin drama.

3. La revelación – directo del horno al ring

La prensa se abre y... BOOM:

  • El diseño quedó clavado en la correa.

  • Los colores brillan con vida.

  • Las líneas están afiladas como tu enfoque antes de una rutina.

El papel ya cumplió su misión y se desecha.
La correa se enfría un poco...
Y queda lista para el siguiente paso: cosido, empaquetado y directo a tu próxima sesión.

¿Y por qué todo este lío?

Porque no se trata solo de estética (aunque sí, se ve brutal).

Sublimar nos permite:

  • Imprimir diseños salvajes, sin volver rígido el material.

  • Garantizar durabilidad extrema, incluso tras mil entrenamientos.

  • Ser sostenibles, sin capas de plástico ni residuos innecesarios.

Palabras finales desde el taller

Cada correa se trabaja a mano.
Se alinea con paciencia. Se presiona con cariño. Se inspecciona con ojo de halcón.

Porque cuando entrenas con MARMATI, no estás usando cualquier equipo. Estás llevando una historia.

Y la próxima vez que te cuelgues de tus anillas – incluso boca abajo – échale un vistazo a la correa.
Eso no es solo un diseño.
Es calor, oficio y alma. En cada fibra.