La fuerza es solo el principio. Para Juan Forgia, el movimiento no se limita al suelo del gimnasio, a un podio o a una rutina. Está vivo: un lenguaje en constante evolución que cambia con el espacio, el cuerpo y el espíritu.

Criado en la gimnasia, Juan lleva consigo la precisión, la disciplina y el arte de este deporte. Pero su viaje no termina en la tradición. Busca lo que hay más allá: las líneas inexploradas, los experimentos, las improvisaciones. Para él, el movimiento es exploración.
La búsqueda de nuevas formas
Cada agarre, cada transición, cada equilibrio no es solo repetición, es descubrimiento.
El cuerpo se convierte en un laboratorio. La gravedad en un compañero. La quietud en una respuesta.
Juan no persigue la perfección en las formas conocidas. Busca lo desconocido: las líneas que nadie dibuja, los espacios intermedios donde la fuerza se encuentra con el juego y donde la estructura se disuelve en flujo.
El movimiento como identidad
Algunos se mueven para competir. Otros, para alcanzar. Juan se mueve para comprender.
Cree en abrir nuevos territorios de expresión, ya sea a través de una línea estática que parece eterna o de una secuencia dinámica que desaparece al instante.
No es solo entrenamiento. Es filosofía. Es estilo de vida. Es arte.
Por qué nos inspira
En MARMATI creemos que el movimiento es más que fitness. Es un viaje infinito de autodescubrimiento, creación y juego.
Juan encarna esta verdad. Su disciplina es evidente, pero lo que lo eleva es la curiosidad: la negativa a quedarse quieto, incluso cuando está perfectamente inmóvil.
